El gran protagonista para esta temporada es el rosa, que resulta de lo más favorecedor
El maquillaje para esta primavera va más allá de la rutina de
beiges y tonos tostados para levantar el ánimo con tonos pastel que
rinden homenaje al pop, cuando no parecen extraídos directamente de una
caja de macarons, esos dulces franceses que se están poniendo de moda en
las pastelerías de todo el mundo.
El gran protagonista es el rosa, que ruboriza los pómulos con un resultado muy natural y favorecedor,
cubre los párpados con sombras de larga duración ligeramente irisadas y
hasta se aplica en el cabello con tiza, que se elimina fácilmente con
el lavado. Esta técnica, conocida como hair chalking se pudo ver en el desfile con toques versallescos de la colección crucero de Chanel.
Los labios bajan el tono para ir desde la naturalidad extrema al rojo pasión, pasando por toda la gama de rosas, desde el más discreto hasta el fucsia o un coral anaranjado.
Un truco para crear un estilo propio es aplicarse distintos tonos superpuestos.
En acabados se permite todo, incluso mezclar las barras mate con las de
brillo. Y si este se aplica sólo en el centro de los labios, se produce
un efecto de frescura y mayor volumen.
Las bases de maquillaje de
la primavera son ligeras y transparentes. Su función es lograr que
desaparezcan los más mínimos defectos de la piel. Según cómo se
encuentre esta, pueden aplicarse combinadas con el corrector sólo en las
zonas del rostro donde se necesite disimular imperfecciones.
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