Facebook ha cumplido diez años, un aniversario decisivo en el diagnóstico del significado de un proyecto de sus características, y no
solo lo ha hecho con más de 1.200 millones de usuarios activos en todo
el mundo, sino convertida en una plataforma distinta a la que Mark
Zuckerberg lanzó en 2004. Veamos cuáles son las diferencias:
1- Sus usuarios han crecido.
Como mucha gente sabe, Facebook fue ideada como un canal de
comunicación entre universitarios de Harvard, para que éstos encontraran
a personas con las que habían estudiado. De ahí que su nombre (su
traducción literal al castellano es “libro de caras”) remita a los
anuarios de los institutos estadounidenses, en los que aparecían
retratos de todos los alumnos. Sin embargo, los
últimos estudios demográficos sobre sus usuarios aseguran que la franja
de edad mayoritaria en la red social es de entre 25 y 34 años, y que se acrecenta también en edades más avanzadas. Los que antaño fueran su público potencial, hoy son conocidos como millenials
-por haber nacido a finales del milenio pasado- y piensan en otros
canales de comunicación distintos y, sobre todo, más privados, como la
aplicación móvil de mensajería efímera Snapchat. Los propios ejecutivos de Facebook han reconocido que existe cierto éxodo de los más jóvenes de entre sus filas de usuarios.
2- De Estados Unidos al resto del mundo. Atrás
quedaron los tiempos en los que Facebook solo estaba disponible en
inglés (en concreto, hasta 2007) o en los que era una herramienta propia
de alumnos Erasmus o de aquellos que habían estudiado o trabajado en
países anglosajones. Con 1.250 millones de usuarios y los dedos
rozando ya casi el techo de los mercados norteamericano y europeo,
Zuckerberg ve ahora a los países emergentes como los que más alegrías
pueden darle. El empresario ha repetido unas cuantas veces que su
próximo objetivo, Internet.org, es el de hacer Internet asequible para
todas esas personas del mundo que aún no están conectadas. Y convertirlas de paso, claro está, en usuarias de su red social.
3- De ventana a los seres queridos a agregador de contenidos.
Cuando las ideas crecen tanto como lo ha hecho Facebook existe la
posibilidad de que se abra una brecha entre lo que sus creadores
persiguen y sus seguidores desean. Algo parecido sucedió cuando, el pasado mes de marzo, el equipo de la red social anunció un rediseño casi integral de su muro de noticias que, sin embargo, nunca llegó a ver la luz al completo por la reacción adversa que encontró en aquellos usuarios con los que fue probado. El motivo básico de la discordia radica en que Zuckerberg y parte de su equipo desean convertir la red social en una revista personalizada –como muestra, Paper, su próxima aplicación- a través de la que compartir contenidos de otras webs, pero sus usuarios continúan viéndola como la mejor manera de saber qué les pasa a las personas que les interesan.
4- El “me gusta”.
Aunque ahora resulte difícil imaginar un Facebook sin una opción para
decir “me gusta”, lo cierto es que lo conocimos sin él. En su lugar
existían todas aquellas páginas para hacerse fan de cualquier cosa (cómo
olvidar la explosión de las “señoras que”). Con la llegada del “me
gusta” y, pese a lo raro que nos sonaba al principio, se inició la senda
que permitiría crear el mítico botón y propiciar su implementación en
casi todas las formas de interacción que existen en la red social
-comentarios, publicaciones, amistades, seguimiento de páginas-, creando, así, una nueva forma de comunicarse. Decir “me gusta” a un comentario de otro usuario puede ser lo mismo que decirle que sí, que compadecerlo… o que reírse de él.
5- Del ordenador al móvil.
Cuando Facebook alcanzó 1.000 millones de usuarios el pasado mes de
octubre, esa no fue la única noticia. El otro titular era que casi 600 millones de los mismos eran móviles.
Un hecho que ha modificado notablemente la estructura y la razón de ser
de la red social, condicionando sus formatos publicitarios y sus
aplicaciones, como su adquisición estrella, Instagram. La última, Paper, su ambicioso proyecto de revista personalizada, está diseñada únicamente para dispositivos móviles.
6- De lo privado a lo público.
La privacidad ha sido uno de los puntos más problemáticos en la
relación de Facebook con sus usuarios a lo largo de estos años. El uso
que la plataforma da a los datos que los usuarios introducen en la
plataforma es el motivo fundamental de la discordia, aunque la audiencia
también ha peleado por la privacidad que conoció al principio de la red
social y que, sin embargo, ha empezado a desaparecer progresivamente.
El lanzamiento del buscador social Graph Search, por ejemplo, supuso la
eliminación de aquella opción que permitía a los usuarios que así lo
deseasen desaparecer de los resultados de las búsquedas de la red social. Y, algo después, Facebook anunció que eliminaba las restricciones de publicación para los menores de edad
con cuenta en su plataforma, cuyas actualizaciones pasarían a partir de
entonces a poder ser accesibles para todo el mundo, y no solo para los
amigos de amigos, como hasta ese momento.
7- De la idea de un universitario al parqué de la Bolsa. Quién iba a decir, cuando grupos de voluntarios se encargaban de traducir la plataforma a su versión en español, que algún día Facebook cotizaría en Bolsa. Así sucedió: el 18 de mayo de 2012 Facebook se estrenaba en Nasdaq. Pese a las pérdidas del principio, y pese a que le costó 14 meses recuperar el precio de salida de sus acciones, los
últimos resultados financieros presentados por la red social atestiguan
que la empresa ha multiplicado sus beneficios en el último año.
8- La red social que inventó su
propio ‘prime-time’. El 2013 fue el año en el que la social TV llegó, al
menos de forma oficial, a Facebook. La penetración de los
dispositivos móviles en las vidas de los usuarios y su proclamación como
complemento para ver la televisión convirtieron a Facebook en un foro
de discusión de los programas favoritos de la gente. Así, la red
social estableció su propio horario de máxima audiencia entre las 20 y
las 22 de la noche, en el que, solo en Estados Unidos, cada noche se
conectan entre 88 y 100 millones de personas, registrando picos
de especial actividad en eventos señalados como los Oscar o la
Superbowl. El equipo de la red social ha sabido aprovecharlo con, entre
otras funcionalidades, anuncios en vídeo que se reproducirán automáticamente en el muro de noticias de los usuarios y que cuentan con un formato –quince segundos de duración- y un target –por edad y sexo- muy televisivos.
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