¡Nadie nos avisó de que esto podía pasar!
Hay algo de lo que nadie te advierte en este camino hacia tu barba
soñada. Si en tu madurez alcanzas el nivel Fassbender de frondosidad,
todo va bien. Pero existe la posibilidad de acabar siendo un Keanu Reeves de la vida, un barbudo con calvas.
¿Qué hacer entonces? ¿Cómo reaccionar ante una situación similar a la
elegir la hamburguesa más reluciente del menú y recibir en el plato el
sandwich más pocho de la historia? No llores; recuerda,
los chicos no lloran, tienen que pelear, y aunque el contrincante sean
los campos yermos de tu rostro, todo tiene solución.
OPCIÓN 1: DÉJALA CRECER
¿Has probado a dejarla crecer a placer? A lo mejor esas zonas son tímidas y necesitan más tiempo para enraizar sus propios brotes verdes. No descartes que esas partes a las que tú llamas calvas estén aún recubiertas por aquella pelusilla adolescente de antaño. Cada uno se desarrolla a su ritmo, tranquilo. Dale un mes de margen mientras arreglas cuello y redefines la línea de la mandíbula. Sí, será feo durante un tiempo, pero, ¡¿quieres barba o no?! Ok. Cuando por fin crezca, iguala y ¡BABOOM!, ya tienes barba. Si pasados esos 30 días la cosa sigue igual, tenemos otras tácticas.
OPCIÓN 2: CEPILLA Y VENCERÁS
Nos quedamos en el punto en el que has permitido a tu barba patchwork crecer durante un mes. Déjala crecer otro mes. Entonces, las zonas con vello serán lo suficientemente largas como para cubrir las que no lo tienen. Un buen champú (utilizado una vez a la semana, tampoco queremos eliminar la capa protectora de la barba), un buen sérum y un correcto cepillado ayudarán a completar nuestro objetivo y así recoger el Oscar a Mejores Efectos Especiales.
OPCIÓN 3: MEJOR A LA SOMBRA
Puede que las calvas no sean tan calvas, sino que en esas zonas complicadas el vello no crezca de forma tan prominente como en otras. ¿La solución? Barba de un día o lo que muchos conocen como “la sombra de la barba”.
Hazte con una buena afeitadora con cabezal de corte ajustable. Recorta
cada dos o tres días para que el largo sea regular y define
correctamente el cuello y la parte superior de la barba. Cuanto más
alejada de los pómulos, menos se notará el contraste entre zonas. Ojo,
tampoco te dejes una línea de hormigas delineando la mandíbula.
No te llamarán barbudo, pero tendrás una barba.
OPCIÓN 4: AFEITA
Ya está bien de tanta barba y de tanto estrés por no tenerla. Así, lo único que conseguirás es que se te caiga el pelo, el facial incluido. Justin O'Shea, uno de los mayores referentes de estilo masculino e impulsor de la barba como tendencia (la suya era una de las más famosas del streetstyle internacional) se ha afeitado. Y si este hombre lo dice, ojo. Nunca antes el refrán “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar” tuvo tanto sentido. Y no sólo eso, sino que este acontecimiento puso en alerta a los cronistas de medio mundo, entre ellos Luke Leitch, periodista de GQ UK y responsable de la frase “la barba está muerta” (contenida en una de las crónicas más sonadas de LCM).
*Nota: toma como referencia a los Cosh Boys, los Teddy Boys o los
Mod de mediados del siglo XX. A ellos no les hizo falta la barba para
convertirse en iconos de estilo. Y a ti, tampoco.
Fuente: http://www.revistagq.com
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