La duración de las sesiones, su intensidad, el calzado que debes usar... Todo lo que tienes que saber si quieres practicar running junto al mar
No solo de buenos propósitos vive la rentrée. El inicio de unas vacaciones idílicas junto al mar también supone, en muchos casos, la puesta en marcha de nuevos objetivos
para cuidarnos y ponernos en forma. Porque, aunque suele ser con el
comienzo del nuevo curso cuando hablamos de empezar a ir al gym o cuidar la dieta para no lamentarnos con la llegada del bueno tiempo, lo cierto es que tener por delante unos cuantos días libres
diseñados única y exclusivamente para nuestro disfrute –y para esa
placentera sensación de observar el mundo desde la distancia– invita
también a poner en marcha nuevos objetivos. Uno de los universales es empezar a correr por la playa, aprovechado el amanecer (o el atarceder) para iniciarnos en una de las mejores alternativas que existen para gozar de salud, felicidad y presumir de buena figura.
Y aunque el catálogo de beneficios que tiene correr junto al mar es
más que extenso –amén del enorme placer que genera ver salir el sol en
una playa desierta, está comprobado que se mejora la fuerza del tren inferior, se incrementa el gasto energético y se trabaja el equilibrio y la fuerza– es esencial iniciarse despacio y con buena letra. “Si no practicas running
habitualmente lo ideal sería empezar con precaución y alternar las
sesiones por la playa con otras en superficies habituales”, recomienda Pedro Yaques, director técnico del centro deportivo Ingesport Go Fit Málaga-Huelin.
Y es que precisamente llevar a cabo un entrenamiento cruzado y
aprovechar el entorno para realizar actividades que no solemos hacer
(como el surf o kitesurf) es, tal y como nos explica Isabel del Barrio, entrenadora personal y autora del blog Onmytraininghoes.com, son otras de las grandes ventajas que nos ofrece iniciarse en el running junto al mar.
¿Entonces te animas a hacer kilómetros este verano?
Fuente http://www.vogue.es
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