La supermodelo de los 90's regresa con fuerza a golpe de campañas, editoriales y fiestas
Hombres y mujeres que envejecen como el buen vino, cuya edad
es incalculable y cuya carrera interminable. No son los versos de
ningún poema ni una profunda reflexión, sino una frase que define a la
perfección a la supermodelo Carolyn Murphy. Que los 90's cotizan al alza, es un hecho. Lo demuestra el regreso de tendencias que creíamos olvidadas. La moda recupera los collares choker
(Saint Laurent), las riñoneras (Céline) o la malgama de parches
decorando la ropa (Moschino). Por su parte, el campo de la belleza hace
lo propio con las melenas rosas, el maquillaje nude y el corte de pelo al estilo Rachel (Jennifer Aniston) en Friends. Un revival que no sería nada sin las supermodelos que marcaron esta década.
Mientras algunas compañeras de profesión (y época) han decidido virar hacia la pequeña pantalla –Naomi Campbell, Amber Valleta o Cindy Crawford–, Carolyn Murphy prefiere regresar a la industria por la misma puerta por la que entró con 18 años. Primero fue su campaña para Óscar de la Renta
bajo la batuta creativa de Peter Copping, luego le tocó el turno a UGG y
ahora CheekFrills anuncia su colaboración. La veterana ha conseguido
que nos preguntemos cuál será el próximo proyecto con el que nos
sorprenderá.
"Es una belleza natural, captura a la perfección lo que estaba
buscando: una mujer Óscar de la Renta moderna, que no tenga miedo a
enfundarse un skirtsuit o mostrar un poco de piel", declaraba Copping sobre la top.
Y es que la norteamericana es tan capaz de transformarse en una diva de
los 50, enfundada en un vestido de época, como regresar a la estética
minimalista propia de su hábitat natural (noventero) de la mano de Ugg. Un jersey largo de lana y unas simples botas son suficentes para presentar la edición limitada Classic Luxe Collection.
Que una mujer de 40 puede lucir mejor que una chica de 20 años ha sido su última lección. La primera imagen difundida por CheekFrills
nos recuerda porqué se convirtió en chica Vogue, protagonizó la portada
de Sport Illustrated (2005) y encabezó la lista de las modelos mejor
pagadas (2006). "Hice la portada de Sports Illustrated en 2005 y la odio
rotundamente. Yo estaba como 'No soy ese tipo de modelo', pero esa es
la razón por la cual la ropa interior se convierte ahora en una aventura
emocionante para mí", explicaba Murphy a Style.com. "Creó que la ropa
interior es casi tan importante como el uso de las cremas adecuadas. Es
la forma en la que cada uno trabaja y se prepara". La modelo, más allá
de ser imagen de la nueva propuesta, ha colaborado en el diseño de la
colección.
"Debe ser personal. Tenía muchas ganas de centrarme no sólo en la
comodidad, sino también en la feminidad sutil sin tener que ser
abiertamente sexual. La sensualidad es algo tan personal, que debe ser delicada" Carolyn Murphy
Pero las firmas no son las únicas que han visto el potencial de marcarse un buen come back. Jason Wu
subía a la pasarela a la musa de Helmut Newton en su desfile
primavera-verano 2013. Y no es el primero ni el último en emplear el
recurrente 'efecto supermodelo'. Las cabeceras de renombre se suman a
este efecto, basta con ver la portada Anniversary de Vogue Italia.
Franza Sozzani reunía a los titanes femeninos del modelaje para
celebrar los 50 años de la revista: Linda Evangelista, Amber Valetta,
Naomi Campbell, Christy Turlington... y, como no, Carolyn Murphy. Toca
cambiar el título de la película de Robert Zemeckis (Back to the Future, 1985) por Back to the 90's.
Fuente: http://www.vogue.es
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