Un nuevo estudio revela que las personas recordamos con mayor facilidad un estado en Facebook
o cualquier mensaje en las redes sociales que una cara o frases de un
libro. Una de los factores que propician esta facilidad para recordar
las actualizaciones en las redes sociales es el lenguaje coloquial que se utiliza.
El tiempo que los usuarios pasan en las redes sociales hacen que
cada vez sea más común oír en las conversaciones frases del tipo "sí, lo he leído/visto en Facebook" o "me he enterado por Twitter".
Muchas de las informaciones que los usuarios leen a lo largo del día lo
hacen a través de las redes sociales, de ahí que muchos lo consideren
como una fuente para recibir información, eso sí, siempre con cautela.
La influencia de las redes sociales llega hasta tal punto que las personas recuerdan mejor un estado o una actualización en la red social que incluso la cara de un conocido. Este estudio ha sido realizado por el área de psicología de la Universidad de Warwick.
Para ello, se recopilaron 200 actualizaciones de estado de Facebook, le
quitaron el contexto, y se lo mostraron a 32 participantes, junto a
otras 200 frases descontextualizadas de diferentes libros de ficción y
no ficción.
A los participantes se les mostró las líneas en una pantalla,
brevemente, y se les dio la opción de decir si se había repetido desde
que se inició el experimento o no. Los resultados encontraron que, en
general, la gente era una vez y media más propensa a recordar una
entrada de Facebook a una línea de un libro y, cuando un experimento
similar se realizó con la cara de una persona en lugar de frases de
novelas, los participantes eran dos veces y media más propensos a recordar los mensajes de Facebook que los rostros.
Según la directora del experimento, Laura Mickes, este tipo de diferencias "son de una magnitud similar a las diferencias entre los amnésicos y las personas con memoria saludable".
Sin embargo, la clave de que esto ocurra es el lenguaje utilizado.
Lo que la gente escribe en sus actualizaciones se hace con un lenguaje
menos culto que el que recogen las frases de una novela o una biografía.
"La escritura fácil y rápida de generar también es fácil de recordar", afirma Mickes. Además afirma que esto puede ayudar al diseño de herramientas educativas, así como ofrecer información últil en campos como el de la comunicación o la publicidad.
jueves, 17 de enero de 2013
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