martes, 25 de febrero de 2014

Cuando un evento inesperado de la competencia hace crecer nuestro negocio: el caso de Telegram


El pasado Sábado, a eso de las siete de la tarde, el servicio de mensajería instantánea más popular y utilizado del momento, WhatsApp, dejó de funcionar por unas horas dejando huérfanos a 450 millones de usuarios a lo largo y ancho del planeta. Un hecho que dio pie a que las redes sociales se llenasen de ingeniosas burlas y jocosos chistes, como que muchos aprovecharían esta situación para hablar cara a cara con sus conocidos y amigos, en lugar de utilizar la famosa aplicación de móviles.


La imperiosa y, en muchas ocasiones, obsesiva necesidad de estar en permanente contacto con nuestros amigos y familiares está por encima de cualquier caída de WhatsApp, y muchos usuarios decidieron por descargarse aplicaciones alternativas que realizasen la misma función, como Telegram, que llegó a ganar 1,8 millones de nuevos usuarios aprovechando esta caída. Sin embargo, lo que a priori parecía ser una buena noticia para Telegram, acabó siendo contraproducente.
Y es que, al igual que ocurriese unas horas antes con WhatsApp, la empresa Telegram, desbordada ante tanta nueva descarga, también se cayó poco rato después. Telegram no tenía capacidad para satisfacer tanta demanda y, ante este evento inesperado, lo que debería haber sido una muy buena noticia para este servicio, acabó siendo una noticia negativa.
Un fenómeno que podríamos utilizar y extrapolar en cualquier otra pyme. Es necesario que cualquier empresa realice una previsión precisa de su demanda para adecuar la producción, contratación de nuevos empleados y distribución de productos a la misma. Sin embargo, ante un evento inesperado y negativo de la competencia poco podemos hacer.
La dificultad de satisfacer una demanda que desborda nuestras previsiones puede hacer, incluso, que nuestra empresa acabe muriendo de éxito. Evidentemente, producir por encima de nuestra capacidad esperando esta noticia también sería un error, porque acabaría aumentando los costes de almacenaje o de personal sin necesidad. Además, nuestra empresa tendría que pertenecer a sectores de productos de primera necesidad o muy populares cuya competencia tuviese una elevada cuota de mercado.
Por este motivo, no nos debería preocupar que este tipo de eventos llegase a producirse; ni siquiera deberíamos emplear fuerzas en tratar de predecirlas ni de gestionarlas. No en vano, en caso de que llegase una avalancha de clientes a nuestra empresa, estoy seguro de que sería más beneficioso que perjudicial. No obstante, como sucedió el Sábado con Telegram, este tipo de eventos suceden y tienen una gran repercusión.

0 comentarios:

Publicar un comentario