Y de esos repentinos brotes cuando ya debería ser historia. Lo cierto
es que el acné es un problema de muchas mujeres que ya han superado los
25 años (y de algunas que alcanzan los
40), y más allá de remedios de todo tipo, la cuestión es intentar saber
exactamente qué desencadena esos brotes. Sobre todo, dónde se producen.
Porque no es lo mismo una zona de la cara que otra.
Si tiendes
a padecer granos en la frente, probablemente tengas problemas con la
digestión o falta de agua. Puede ser, también, que tu cuerpo te indique
así que eres intolerante al gluten. Si se localizan en el centro de la
frente, es que estás comiendo mal y consumiendo más alcohol del que
deberías. O que algo de lo que comes habitualmente te está dando
alergia.
Si los brotes se producen en la zona de las mejillas,
puede ser una cuestión hereditaria, un problema de piel grasa, el
tabaco o el estrés.
Los granos en la zona de la boca son los
más relacionados con alteraciones hormonales. Por eso son más comunes
una vez al mes. La falta de sueño también puede ser determinante para
que salgan en esta zona.
La barbilla está estrechamente
relacionada con lo que sucede en tu intestino. Tu barbilla es lo que
comes y cómo lo digieres, y si hay algún problema… será la primera en
dar la voz de alarma.
Los granos en el cuello y el escote
suelen estar causados por el estrés, por los nervios, o por no llevar la
ropa adecuada. Empieza por ahí y cambia tu ropa interior y camisetas
por prendas en algodón.
jueves, 27 de marzo de 2014
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