En este post me he decidido a hablar un poco sobre las actitudes que puedo ver dia tras dia en los salones de peluquería y estética que suelo visitar, son muchas y variadas, y como a mi me gusta mencionarles a los profesionales que conozco "cada uno sois un mundo pese a trabajar con las mirmas firmas y servicios".
Por mi trabajo entro en salones "de toda la vida", otros de reciente apertura con personal joven y entusiasta, pero en muchos me encuentro, sobre todo en estos tiempos, con la sensación de preferir el verlas venir que el actuar en cambiar el escenario. Son muchos los centros que trabajan bajo un esquema lineal, que podría ser aplicado perfectamente en un salón de peluquería en 1990, esto no es más que tratar al cliente desde que entra por la puerta hasta que sale, no pasar de ahí, no romper la barrera natural que genera el local y ampliar el trato mas allá, crear una unión con ese cliente.
Hoy en día existen innumerables formas y fórmulas para hacer que nuestro negocio sea rentable, ¿cuantas veces te ha pasado de entrar a un comercio a comprar y cruzarte al vendedor dos horas despues por la calle y no saludarte? Desgraciadamente es algo habitual.
Ahora, en los tiempos que corren se hace imprescindible ampliar el trato con el cliente más allá de su visita al negocio, se precisa interactuar constantemente con él, conocerlo, saber sus gustos y preferencias, de esa manera lograremos crear un vínculo dificilmente rompible, de esta manera lograremos tener éxito en nuestro negocio.
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